el arma q mata mas niños en nuestro mundo es el hambre... definitivamente si nos hacemos indiferentes simplemente nos convertimos en complices...

martes, 30 de noviembre de 2010

"INCREIBLE Q ESTO PASE"

En La Matanza, el más grande conglomerado del conurbano, donde los chicos se venden por comida, 345 niños murieron en 2007 sin alcanzar su primer año de vida. Las cifras de la mortalidad en el Gran Buenos Aires sirven para diluir el mito de que el hambre sólo está en el Norte: 951 bebés menores de un año murieron durante 2007 en las localidades de Lomas de Zamora, Quilmes, Almirante Brown, Florencio Varela, Morón, San Miguel, Hurlingham, San Isidro, Merlo, Avellaneda y Lanús. En un año, el número de muertes evitables se incrementó en 100: durante 2006 murieron en esa zona 862 bebés.


"INCREIBLE Q ESTO PASE"

"INCREIBLE Q PASE ESTO"

Argentina: DesnutriciOn. 25 niños mueren X dIa, X causas evitables, antes de cumplir un año....


"INCREIBLE Q PASE ESTO"

"INCREIBLE Q ESTO PASE"

Vivimos en un paIs de 37 millones de habitantes... q produce comida para mas de 350 millones de personas... pero en mas del 50% de los departamentos de las provincias argentinas tenemos niños desnutridos ...segun muestran los indices oficiales.... "INCREIBLE Q ESTO PASE"

domingo, 28 de noviembre de 2010

Murieron dos niños por desnutrición en Misiones

César Sánchez Bonifato
Para LA NACION

POSADAS.- Una beba de 15 meses, de nombre Milagros Benítez, inscripta en el plan Hambre Cero, que impulsa el gobierno de Misiones, falleció por desnutrición en el hospital Darú, de la localidad de Montecarlo, 200 kilómetros al norte de Posadas, según confirmó la intendenta de esa población, Elba Azumendi.

La niña presentaba un profundo cuadro de desnutrición pese a que tenía que haber recibido alimentos y medicación a través de la asistencia de un "padrino", conforme lo establece el programa social oficial, en el que estaba inscripta desde comienzos de septiembre.

Hace una semana había sido internada en el mismo hospital por una crisis respiratoria. La atendieron con aplicaciones de sueros -según declaró su madre, Marta Benítez, de 21 años- sin que se le hayan practicado otros estudios ni suministrado ningún remedio. Permaneció allí tres días hasta que fue dada de alta y regresó a su domicilio del barrio de Retiro de Montecarlo -bautizada la Capital Nacional de la Orquídea-, zona habitada en gran parte por gente que vive en la extrema pobreza.

Como Milagros recayó y sufrió una nueva descompensación, su madre la llevó en brazos al hospital Darú, pero murió en el camino, antes de ser recibida en la guardia.

Se trata del segundo bebe fallecido por desnutrición en la provincia de Misiones en lo que va del mes. El martes 5 murió por iguales causas el niño Héctor Díaz, de 2 años, en un hospital público de Apóstoles, a 65 kilómetros de esta capital provincial. El pequeño también estaba incluido en la lista de asistidos por el plan Hambre Cero, que puso en marcha el gobierno provincial en junio pasado. Supuestamente contaba con un "padrino" que tenía que hacerle llegar alimentos y medicinas. Su madre, Rosa Acosta, habita junto con otros cuatro hijos el barrio Estación, de Apóstoles, donde operan compañías importantes que elaboran yerba mate. Los funcionarios sanitarios que recibieron al niño manifestaron que "esta muerte, que no es la primera en su tipo, a todas luces pudo haberse evitado". En la investigación por la muerte interviene el Juzgado de Instrucción N° 4 de aquella ciudad.

Según los primeros informes, al llegar al hospital el niño presentaba "un severo cuadro de desnutrición", según opinión de médicos y enfermeras, quienes afirmaron que hicieron todo el esfuerzo posible para salvarle la vida. Tenía un grado de desnutrición de cuatro meses.

Misiones es la segunda provincia del país con desnutridos crónicos, detrás de Chaco, y los profesionales afirman que "cuando los indigentes comen, absorben calorías, pero no nutrientes".
Inquietante

* Dos casos en un mes. En lo que va de octubre murieron por cuadros severos de desnutrición en la provincia de Misiones Héctor Díaz, de 2 años -en la ciudad de Apóstoles-, y Milagros Benítez, de 15 meses -en Montecarlo-.

* Plan social. Ambos niños estaban inscriptos en el programa Hambre Cero, que lanzó el gobierno de Misiones en junio pasado y por el cual el Estado entrega alimentos a los "padrinos" con que cuenta cada menor.

* Ranking ominoso. Misiones es la segunda provincia en cantidad de desnutridos crónicos.

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bueno q acotar a esto....es terriblemente doloroso q en nuestro pais mueran niños de hambre... y aca esto tiene nombre, el nombre del gobernador de misiones y de nuestra presidente.... no hay nada.. pero absolutamente nada q justifiq el hambre de un chico.. y mas cuando se distraen nuestros dineros en gansadas... como el futbool para todos.. como en subsidiar el transporte, etc. yo no soy economista.. pero administro mi casa.. otorgo prioridades en mis gastos.. y no es esto lo q hay q hacer? primero q no falte la comida a los niños, despues lo demas... mo pueden hacerse los distraidos.. la desverguenza debe tener un limite!!


Lorena.

martes, 26 de octubre de 2010

Lore

No quisiera jamas tener q hacer este blog.. contar o mostrar
el sufrimiento de nuestros hermanos.... q triste..
quiero empezar a resolverlo....

¡CONTAMOS CON VOS!

hay mucho por hacer


Frente a todo esto, frente a las imágenes que duelen y a los datos que golpean, creemos que hay mucho por hacer y estamos seguros que juntos podemos hacerlo. Tenemos que hacerlo.

Nuestro querido país tiene todo el potencial necesario para ser realmente una tierra en la que ninguna persona viva en la miseria.

No nos vamos a acostumbrar a ver chicos con hambre. No queremos un país con educación para pocos. No vamos a resignarnos a que un niño se muera por no ser vacunado a tiempo. No queremos ver padres jóvenes que no trabajan, queremos apostar a una cultura de solidaridad, educación y trabajo.

Hoy, más de 2 millones de voluntarios de todas las edades, en toda la Argentina, trabajan y dejan sus horas y esfuerzos para que las cosas empiecen a cambiar.

educación: un compromiso permanente


En el año 1995, existían en Argentina cerca de 950.000 analfabetos (fuente: UNICEF: Estadísticas para América Latina y el Caribe).
En el año 2000, Argentina fue, en la lista de países latinoamericanos, el anteúltimo país en cuanto a la asignación de recursos para la educación, con un magro 6% (fuente: UNICEF: Estado Mundial de la Infancia).

Pensamos que una de las formas a partir de las cuales se puede contribuir a transformar la realidad que nos aqueja, es ayudando “realmente” al desarrollo de la educación de nuestros niños. Sin educación no hay futuro, por eso queremos hacer de esto un compromiso permanente.

Humildemente, desde Manos por Hermanos, nos comprometemos y te ofrecemos un lugar en donde poder dar una mano concreta, para que la mayor cantidad de chicos tengan la posibilidad de acceder al estudio, o a mejorar la calidad del que tienen en las escuelas más postergadas. Sabemos que quizás esto no alcance, pero entendemos que entre todos, podemos empezar a lograr cosas que, por más pequeñas que parezcan, son imprescindibles para nuestros niños.

la desnutrición


Ojos grandes, mirada perdida, bracitos largos y flacos, piel arrugada y músculos débiles. Esta es la cara más triste y sombría de nuestro país. Pero también es el rostro y la apariencia de cientos de miles de chicos argentinos.

El término "desnutrición" generalmente se refiere a que hay una carencia de algunos o todos los elementos nutritivos, producida por la falta o por la mala alimentación. La deficiencia de vitaminas, la irregularidad en la comida y la inanición parcial y total, son distintas formas y etapas que adquiere la desnutrición.

Esta puede ser lo suficientemente leve como para no presentar síntomas aparentes, o tan severa que el daño ocasionado sea irreversible aún cuando el niño logre mantenerse con vida.

Según la UNICEF, es la principal causa de muerte de lactantes y niños menores de 5 años en países en desarrollo. En enero del 2003, un estudio realizado en el área metropolitana, rebelaba que el 40 % de los chicos eran pobres, y que ese 40 % tenía un coeficiente intelectual como mínimo un 20% menor al de los chicos no pobres

mucho más que números


Si miramos un poco nuestras propias estadísticas, si nos detenemos y reflexionamos sobre lo que nos están diciendo, o inclusive si las comparamos con otros países hermanos que viven realidades similares a la nuestra, encontraremos que los resultados son alarmantes.

Tal vez, y sólo como para poder tomar real conciencia de las enormes magnitudes que tiene la pobreza en Argentina, podríamos apoyarnos en algunos números.
Por favor no nos olvidemos que los datos son fríos y lejanos, pero que detrás de cada una de estas cifras hay un bebé, un chico, un anciano o una familia que está desesperada. Cada número es un semejante que sufre.



* Alrededor de 21.000.000 de Argentinos están viviendo en la pobreza.
* De esas personas, más de 9 millones son chicos y adolescentes.
* Según los datos del Indec, el 70,3 por ciento de los chicos del país es pobre
(agosto 2002).
* Cada hora que pasa hay 900 nuevos pobres (fines del 2002).
* El 27,5 % de los Argentinos son indigentes (enero 2003).
* El 20% de los chicos sufre algún grado de desnutrición.
* En la ciudad de Buenos Aires, 3 de cada 10 chicos son pobres y uno de esos tres sufre hambre (enero 2003 - Fuente: Grupo Sophia)
* Cada día que transcurre, 52 chicos mueren por causas evitables.

nuestros chicos


Pero en ese lugar que puede maravillar al mundo con sus riquezas, en este lugar que es nuestra querida Argentina, los que cada día salimos de nuestras casas nos chocamos con imágenes que duelen demasiado, con imágenes que reflejan necesidades y urgencias.

Nos encontramos con el sufrimiento de los que nada hicieron para merecerlo... nuestros chicos. Y decimos "nuestros" porque ellos son inevitablemente nuestra responsabilidad, y porque sentimos que no podemos mirar para otro lado.

Hoy, ahora, millones de nuestros chicos están perdiendo su infancia, sus derechos, sus posibilidades de llegar a ser personas. En lo que tardamos en leer estas líneas, hay un chico que se está muriendo porque nadie le tendió una mano.
Esta realidad nos afecta directa o indirectamente, porque estamos juntos y dependemos unos de otros, y porque creemos que no se puede ser feliz rodeados de tanto dolor.

Pensar en el prójimo es verse a uno en el otro, y entonces, palabras como "ellos", "otros", "algunos", empiezan a transformarse en un NOSOTROS.

En Manos por Hermanos sentimos que lo que se está perdiendo, lo que está en juego y debemos recuperar, es el futuro de TODOS.

Un pais mas rico


Allá abajo, en donde el globo terráqueo empieza a dar la vuelta, hay un país, una tierra hermosa y grande, un lugar lleno de colores, sabores y sonidos.

Allá abajo hay un lugar fértil y abundante. Tan fértil y abundante que podría dar comida al triple de las personas que lo habitan.
Allá abajo hay una tierra a la que como ninguna, le sobran climas, llanuras y montañas. Esa tierra está llena de recursos, de energía, de ríos, de lagos y de un mar tan inmenso que parece que nunca termina.
Allá abajo hay un país con glaciares, pampas, cataratas, playas, quebradas y selvas que todavía no se contaminan. Hay islas que no se olvidan, y hasta hay un lugar muy blanco y frío al que llaman "la Antártida".

Allá abajo hay tantas, pero tantas cosas, que es imposible contarlas todas. Lo que sí se puede contar, es que allá abajo es AQUÍ, y aquí se llama... ARGENTINA.

domingo, 17 de octubre de 2010

CONCIENCIA PARTICIPATIVA y COLECTIVA..

Para hacer de este mundo algo mejor.. tenemos q empezar por vernos en el espejo cada uno de nosotros y preguntarnos que hicimos hoy por el bienestar de los otros? Y aprender a crear algo llamado CONCIENCIA PARTICIPATIVA y COLECTIVA..

x un mundo mejor

es cierto q los niños son el futuro de la humanidad.. pero q podemos hacer nosotros ya como jovenes.. para darle el ejemplo a esos niños y ser quienes les den un presente mejor? lo mejor seria concientisar al los jovenes para q no esperen un futuro y empiezen a hacer lo mejor por su pais.. y por este mundo desde ya! mientras somos estudiantes o trabajadores hay infinidades de cosas q podemos hacer para contribuir con un mejor futuro por ejemplo esta campaña es un muy buen primer paso..

sábado, 11 de septiembre de 2010

PREVENCION DE LA DESNUTRICION OCULTA

Las ventajas de la prevención de la desnutrición oculta radica en una mejor calidad de vida de los niños y de su futuro como adultos. Esta prevención debe ser considerada ya que el diagnóstico de las carencias específicas es por lo habitual tardío y, por otro lado, de alto costo.

Se proponen las siguientes estrategias para prevenir la desnutrición oculta:

v La promoción de una dieta variada y completa con alimentos ricos en todos los micronutrientes.

v Contar con alimentos adecuadamente fortificados con las vitaminas y minerales carenciales.

v La suplementación con polivitamínicos y minerales. (21)

La recomendación más fuerte de la OMS es una dieta que incluya los cinco grupos de alimentos: lácteos y sus derivados (que aportan calcio y vitaminas A y D); carnes, legumbres y huevo (que aportan proteínas y algunas vitaminas); harinas y cereales (energía y algunas vitaminas); frutas y hortalizas (vitaminas y fibra) y, en menor medida, grasas, aceite y azúcar (aportan, básicamente, energía).(12)

Los suplementos nutricionales, en ciertas fases de la vida, son la mejor y más económica de las soluciones para eliminar riesgos en la población en general.

Se debería educar a la población sobre los alimentos que contienen los micronutrientes más importantes o mejor dicho, que vitaminas y minerales nos proveen los alimentos. Debido a la dificultad para modificar los hábitos nutricionales de la población, la mejor opción para proporcionarlos de manera completa es mediante la fortificación de los alimentos industriales o mediante la suplementación multivitaminica.

Es importante destacar la situación nutricional materna, previa y posterior a la concepción. Las mujeres deberían considerar el preparar a su cuerpo para la concepción, mediante la reducción saludable del peso corporal y mediante la ingesta de ácido fólico y de otras vitaminas, para cuando se presente el momento del embarazo. La mujer debe continuar con la suplementación multivitamínica durante toda la gestación y extenderla durante el período de lactancia. Así, la maternidad segura tiene como objetivo la salud del feto en desarrollo, pero para lograrlo, es necesario comenzar con una generación anterior, es decir con la salud de la madre.

Un estudio científico denominado Camden demostró que el uso de multivitamínicos y otros nutrientes producen una disminución importante del riesgo de partos prematuros y de recién nacidos con bajo peso.(13)

FACTORES MEDIOAMBIENTALES

Las condiciones ambientales pueden ser también causa de carencias específicas. Cada vez resulta más evidente que los factores medioambientales tienen repercusiones significativas en la salud y que algunos individuos presentan una sensibilidad aguda o crónica a contaminantes ambientales. Dado que muchas vías enzimáticas dependen de vitaminas, un estado vitamínico adecuado puede contribuir a mejorar la eficacia del metabolismo xenobiótico y la capacidad autoprotectora del organismo frente a los efectos de los nocivos contaminantes.(18)

Se ha demostrado que la exposición pasiva al humo del tabaco reduce las concentraciones plasmáticas de vitamina C.(19)

Las deficiencias de yodo o selenio ocurren en regiones que carecen de estos minerales, afectando a toda la población. La carencia de hierro es mayor en regiones donde la dieta es escasa en productos de origen animal.

En Medio Oriente y en la Región Andina de América del Sur, se ha informado la deficiencia de zinc. La pelagra y el beriberi se encuentran esporádicamente en campamentos de refugiados y comunidades que sufren malnutrición severa.

Las condiciones climáticas, las catástrofes, las malas condiciones higiénicas de los alimentos, la preparación inadecuada, la cocción y el almacenamiento, pueden reducir el aporte nutricional de los alimentos.(20)

La nutrición es pues un determinante de la respuesta inmune y la malnutrición es la causa más común de inmunodeficiencia en el mundo. La desnutrición

Las infecciones, aún leves, poseen efectos adversos sobre el estado nutricional. La importancia de estos efectos depende del estado nutricional previo, de la naturaleza y de la duración de la infección, y de la dieta durante el periodo de recuperación. Por otro lado, casi toda deficiencia de un nutriente, si es suficientemente severa, alterará la resistencia a la infección.

Las infecciones intercurrentes llevan a la disminución en la ingesta alimentaria. Esto es un factor que precipitará deficiencias clínicas evidentes de cualquier nutriente que ya se halla en una situación marginal.

Cuando se presenta diarrea, fiebre o cualquier otro tipo de infección es una práctica frecuente restringir la dieta, que se suma a la inapetencia.

Las infecciones asociadas a la malabsorción son muchas: bacterianas, virales o parasitarias. Puede ocurrir una malabsorción de vitamina A en enfermedades febriles sistémicas. Según un trabajo publicado, niños con diarrea aguda e infección respiratoria absorbían del 30 al 70% de la vitamina A ingerida. Se ha observado una caída significativa en las concentraciones de esta vitamina en niños con infección respiratoria aguda, en gastroenteritis y en sarampión, volviendo a lo normal con la recuperación.(16)

La desnutrición en los niños se asocia generalmente con deficiencias de vitaminas y minerales específicos. Se ha reconocido en los últimos años las consecuencias de las deficiencias de los micronutrientes que van desde una alteración en la inmunidad y aumento del riesgo de enfermedades infecciosas, hasta la muerte. Así la OMS, UNICEF y otras agencias internacionales han preconizado la incorporación de micronutrientes como una forma de romper el círculo desnutrición-infección.(17)

NUTRICION E INMUNIDAD:

La nutrición es pues un determinante de la respuesta inmune y la malnutrición es la causa más común de inmunodeficiencia en el mundo. La desnutrición calórico-proteica esta asociada con una alteración significativa de la inmunidad mediada por células, la función fagocitaria, el sistema de complemento, las concentraciones de Ig A secretoria y la producción de citoquinas. La deficiencia de nutrientes únicos o aislados, a diferencia de la desnutrición calórico-proteica, también resulta en una alteración de la respuesta inmunitaria, esto se observa aún cuando la deficiencia es leve. Posee una importante influencia sobre la respuesta inmune el zinc, selenio, hierro, cobre, vitaminas A, C, E, B6 y ácido fólico.(14)

Las necesidades de micronutrientes, especialmente aquellos relacionados con la función inmunológica son mayores en la infancia, especialmente en los primeros años de vida al ser más frecuente la exposición a procesos infecciosos. Las infecciones aumentan las necesidades nutricionales como todo proceso catabólico, pero además, aún las enfermedades banales determinan una disminución de la ingesta habitual que contribuye a la aparición de desnutrición. El cuidado alimentario en el período de convalecencia es importante para lograr una adecuada recuperación nutricional.(15)

EPIDEMIOLOGIA

Los grupos más susceptibles de sufrir deficiencias de micronutrientes son los niños pequeños, las mujeres de edad fértil y las personas de la tercera edad. De acuerdo a estimaciones de la OMS entre 70 y 80 millones de mujeres y niños sufren de deficiencias de vitamina A. Cada año casi medio millón de estos niños sufre ceguera y dos tercio de ellos mueren después. La deficiencia de hierro afecta a dos mil millones de personas.(11)

Esto puede derivar en problemas de atención y de aprendizaje, irritabilidad, apatía, síntomas que muchas veces se asocian a cuestiones psíquicas o emocionales y no a motivos físicos concretos. Por eso, aunque es reversible si se detecta a tiempo, en algunos casos esta forma silenciosa de desnutrición puede dejar algunas secuelas.(12)

Aún no se ha establecido la incidencia mundial de deficiencias de vitaminas del complejo B, vitaminas C, D, E y de otros minerales, pero las deficiencias marginales pueden ser bastantes extendidas en las poblaciones que no consumen carne, leche o productos lácteos.(11)

Estudios epidemiológicos muestran que existen deficiencias nutricionales de micronutrientes en mujeres de edad fértil, de todos los grupos socioeconómicos y de nivel educacional, lo que representa un problema de salud pública.

Algunas deficiencias, mas el incremento de los requerimientos, no satisfechos durante la gestación, se asocian con una mayor morbi-mortalidad materna y perinatal, con impacto en el desarrollo ulterior del niño y potenciales consecuencias intergeneracionales.(13)

DESNUTRICION OCULTA Vs. DESNUTRICION AGUDA

En nuestro país el perfil de la desnutrición se ha modificado. La desnutrición aguda (emaciación) ha disminuido y se concentra en “pozos” de marginalidad y pobreza, mientras que la desnutrición oculta, cuyos ejemplos más claros los constituyen las deficiencias de hierro y de vitamina A, afecta a una proporción de la población infantil, que es por su condición biológica y por sus necesidades nutricionales, el grupo más vulnerable.(7)

Mientras que la desnutrición aguda afecta a algunos pocos, la desnutrición oculta compromete el potencial de crecimiento y desarrollo de millones de niños en todo el mundo.(8)

A diferencia de la desnutrición aguda o emaciación, que aparece como consecuencia de severos problemas sociales en las zonas más pobres de nuestro país, o del retraso crónico de crecimiento que afecta principalmente a los niños provenientes de sectores sociales más desprotegidos, la desnutrición oculta afecta a toda la trama social, sin distinción de clases sociales ni regiones geográficas.

En los niveles de sociedad de mayor poder adquisitivo no suelen producirse deficiencias vitamínicas graves. Sin embargo, el consumo de las vitaminas B1, B2, B6 y C, en particular, tiende a ser marginalmente insuficiente en los países industrializados, debido a hábitos alimentarios poco saludables y a la alta elaboración de los productos.(9)

En razón de que los micronutrientes participan en prácticamente todos los procesos enzimáticos y de reacciones químicas a nivel celular, su carencia determina que los signos clínicos sean sutiles e insidiosos. En general su diagnóstico suele ser tardío, cuando existen síntomas que motivan su exploración.

Los síndromes de deficiencia nutricional que comprometen vitaminas y micronutrientes evolucionan a través de tres estadíos: debido a que la mayoría de los micronutrientes se almacenan en los tejidos, por tanto, una reducción temporal en la ingesta se compensa mediante una disminución de los depósitos corporales. El segundo estadío comprende alteraciones metabólicas sin síntomas, mientras que la depleción grave producirá el estadío final con signos y síntomas clínicos.(10)

DESNUTRICION OCULTA: Una nueva forma de desnutrición. Dr. Pablo Andrés Ferreyra, Dra Nancy Raquel Vallejos

INTRODUCCION

La creciente incorporación de alimentos ricos en grasas o en azúcar en la dieta habitual hace que se cubran las necesidades de energía y de proteínas, pero no así las de vitaminas y minerales.(1)

Ciertos hábitos de alimentación determinan un mayor riesgo en la aparición de carencias específicas de vitaminas y minerales.

De acuerdo a recientes publicaciones, llama la atención un problema nutricional que es más frecuente en comunidades de mayor nivel socioeconómico: la tendencia de la gente joven hacia la comida “chatarra”. Sumada a la dieta habitual aumentan el riesgo de obesidad y si reemplazan a los alimentos pueden provocar o agravar la deficiencia de micronutrientes.(2)

El consumo de gaseosas, jugos artificiales, bebidas no carbonatadas muy ricas en azúcar, como así también golosinas y snacks elaborados con dulces o cobertura, las comidas rápidas (fast food) ricas en grasa en su elaboración o en su cocción, los productos de copetín, conforman parte de la dieta habitual de los niños a edades cada vez más tempranas.(3)

La ingesta de frutas está por debajo de los niveles recomendados. A pesar de que el consumo de frutas y vegetales frescos ha aumentado en distintas regiones del país en 1,3% (con variaciones del 1,75 al 2,3%), aún representa un porcentaje bajo de las calorías totales disponibles en la dieta.(4)

Por otro lado, el consumo decreciente de leche puede llegar a ser un problema. Se demostró que los niños hoy en día consumen un 16% menos de leche que los niños de la década del 70. La leche es una fuente crucial de calcio, como así también de numerosas vitaminas como la vitamina D y la riboflavina. De hecho, la leche fortificada con vitamina D, es la principal fuente de esta vitamina en los Estados Unidos.(5)

El término "micronutrientes" se refiere a las vitaminas y los minerales que son indispensables para el ser humano, que se necesitan en cantidades mínimas para los diferentes procesos bioquímicos y metabólicos del organismo. El cuerpo humano no puede sintetizar las vitaminas ni los minerales y, por tanto, se deben obtener de los alimentos y en circunstancias especiales mediante la suplementación de compuestos sintéticos. Estos nutrientes son parte esencial de enzimas y proteínas que son vitales para el crecimiento físico y el desarrollo cognoscitivo, el mantenimiento fisiológico y la resistencia a la infección. Como los requerimientos diarios de vitaminas y minerales son relativamente pequeños (microgramos o miligramos), se les denomina "micronutrientes."

La OMS y la UNICEF han definido al conjunto de carencias específicas de micronutrientes, que se caracterizan por ser altamente prevalentes, como desnutrición o hambre oculta. Estas carencias poseen un impacto sobre la salud y requieren de cierta instrumentación para su diagnóstico.

La más importantes y reconocidas son las deficiencias de hierro, de yodo y de vitamina A. Aunque podrían considerarse también a otros micronutrientes importantes para el desarrollo infantil, como por ejemplo el zinc, algunas vitaminas del complejo B, tal como la riboflavina y el ácido fólico, y probablemente los ácidos grasos esenciales. La desnutrición oculta constituye la alteración nutricional más frecuente en Argentina, como así también en el resto de América Latina.(6)

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Desnutrición Dr. Federico Gómez

La asimilación deficiente de alimentos por el organismo, conduce a un estado patológico de distintos grados de seriedad, de distintas manifestaciones clínicas, que se llama Desnutrición.

El término Desnutrición, ya adoptado definitivamente en la terminología de nuestro Hospital, ha venido a simplificar extraordinariamente, la confusión y variedad de nombres, que existían en las distintas escuelas de Pediatría y que se usaban para denominar padecimientos semejantes: las entidades clínicas llamadas Hipotrepsia, Hipotrofia, Distrofia, Atrepsia, Atrofia de Parrott, Descomposición, Consunción, Malnutrición y otras más, son, sencillamente, distintos grados de un mismo padecimiento de etiología variada, que ahora denominamos genéricamente con el nombre de Desnutrición.

La palabra desnutrición señala toda pérdida anormal de peso del organismo, desde la más ligera hasta la más grave, sin prejuzgar en sí, de lo avanzado del mal, pues igualmente se llama desnutrido a un niño que ha perdido el 15% de su peso, que al que ha perdido 60% o más, relacionando estos datos siempre al peso que le corresponde tener para una edad determinada, según las constantes conocidas.

La desnutrición puede ser un trastorno inicial único, con todo el variado cortejo sintomático de sus distintos grados o puede aparecer secundariamente como síndrome injertado a lo largo de padecimientos infecciosos o de otra índole y, entonces sus síntomas y manifestaciones son más localizadas y precisas.

La clasificación de los distintos grados de desnutrición ha sido objeto de terminología también distinta y a veces confusa y poco connotativa; nosotros seguimos la terminología simplista que iniciamos en el Hospital y que señala con bastante claridad, el estado que guarda un niño desnutrido en sus distintas etapas.

Llamamos desnutrición de primer grado a toda pérdida de peso que no pase del 25% del peso que el paciente debería tener, para su edad; llamamos desnutrición de segundo grado cuando la pérdida de peso fluctúa entre el 25 y el 40%, y, finalmente llamamos desnutrición de tercer grado, a la pérdida de peso del organismo más allá del 40%.

Causas que producen la desnutrición

Se puede decir que el 90% de los estados de desnutrición en nuestro medio, son ocasionados por una sola y principal causa: la sub-alimentación del sujeto, bien sea por deficiencia en la calidad o por deficiencia en la cantidad de los alimentos consumidos.

A su vez la sub-alimentación la determinan varios factores: alimentaciones pobres, miserables o faltas de higiene, o alimentaciones absurdas y disparatadas y faltas de técnica en la alimentación del niño. El 10% restante de las causas que producen la desnutrición lo encontramos causado por las infecciones enterales o parenterales, en los defectos congénitos de los niños, en el nacimiento prematuro y en los débiles congénitos; por último, hay un sector que tiene como origen la estancia larga en hospitales o en instituciones cerradas, es decir, el hospitalismo.

El hospitalismo es una entidad patológica indeterminada y misteriosa que altera profundamente el aprovechamiento normal de los alimentos y que se instala en el organismo de los niños hospitalizados por lago tiempo, a pesar de que están rodeados de todas las atenciones higiénicas y médicas y a pesar también, de que la alimentación a que están sometidas sea correcta desde todos los puntos de vista que se la considere.

Es una especie de desminución profunda de la facultad reaccional, defensiva y de aprovechamiento que normalmente tiene el organismo del niño, que afecta la fisiología normal del sistema digestivo y que repercute hondamente en todos los procesos de anabolismo.

En la época del arzobispo Lorenzana, 1780, los frailes que atendían la Casa de Cuna anotaban en sus libros que ''los niños morían de tristeza''; no encontraban en ellos mal alguno, solamente no progresaban, no querían comer, se ponían tristes y morían.

Muchos años después hemos comprobado nosotros –Rev. Mex. De Puericultura. Tomo III. Pág. 245.– como la desnutrición se instalaba en niños de la Casa a pesar de toda la técnica médica y dietológica de que se les rodeaba; para salvarlos sólo había una medida, cambiarlos de la Institución Cerrada a su propio hogar o a un hogar substituto.

Está probado el mal que resiente el sistema de defensas, reacciones y aprovechamiento alimenticio de un niño menor de dos años después de cuatro o más meses de hospitalización.

La sub-alimentación, causa principal de la desnutrición, tiene múltiples orígenes, pero en nuestro medio son la pobreza, la ignorancia y el hambre las causas que corren parejas disputándose la primacía en la patogenia de la sub-alimentación, que acarrea la desnutrición.

Por lo general el niño alimentado al pecho, aun viviendo con una madre en situación precaria de higiene y de abandono, progresa satisfactoriamente hasta los seis o siete meses de edad; pasado este tiempo se inicia la tragedia lenta pero segura del estacionamiento o de la pérdida de peso que lleva al niño hacia la desnutrición. El pequeño sigue creciendo y aumentando en edad, y la madre, por el contrario, entra en la fase negativa de la lactancia y cada día está menos capacitada para satisfacer, solamente con su pecho, las necesidades alimenticias del niño; la ignorancia le impide saber qué otra cosa puede darle o la pobreza le impide adquirir lo que ella sabe que su hijo puede comer; la criatura medio se sostiene con los restos de leche materna que le da una mujer mal alimentada y ya en el periodo de hipogalactia fisiológica; primeramente hay estancamiento en el peso, después se inicia la desproporción entre el peso y la edad y posteriormente la desproporción entre los tres factores, peso, edad y talla, que normalmente siguen curvas paralelamente ascendentes. En la desnutrición la única curva que se mantiene normal es la de la edad, estableciendo con las otras, una extraordinaria divergencia.

Cuando el niño cumple un año, apenas si conserva el peso que tenía a los seis meses; unos meses antes o en esta época, se ha iniciado el destete y la alimentación mixta, a veces disparatada y a veces miserable por su exigua cantidad y calidad; en un caso o en otro se sigue arruinando la fisiología de los sistemas de aprovechamiento del organismo y acentúandose el desplome de la curva del peso; las infecciones se implantan fácilmente en este terreno debilitado, afectando, bien sea las vías enterales o localizándose en los sitios parenterales más susceptibles que complican el cuadro con diarrea periódica que agota progresivamente las exiguas reservas que al organismo le van quedando.

En esta pendiente de desnutrición, el niño rueda con mayor o menor rapidez pasando de la desnutrición ligera a la media y de la desnutrición media a la muy grave, en forma insensible y progresiva, si no hay la mano médica experta y oportuna que lo detenga en su caída.

Cuadros clínicos

Desnutrición de primer grado

El niño se vuelve crónicamente llorón y descontento, contrastando con la felicidad, el buen humor y el buen sueño que antes tenía; este paso es insensible y frecuentemente no lo notan las madres, a menos que sean buenas observadoras; tampoco se aprecia que adelgace, pero si se tiene báscula y si se compara su peso con los anteriores, se nota que éstas se han estacionado en las últimas cuatro o seis semanas. En este periodo no se observa diarrea, sino por el contrario ligera constipación, no hay vómitos u otros accidentes de las vías digestivas que llame la atención. Las infecciones respetan al niño que aun conserva su capacidad reaccional y defensiva casi íntegra, como generalmente acontece en la iniciación del mal.

Así, el dato principal que se observa, y solamente si se busca, es el estacionamiento en el peso o un ligero descenso de él que persiste a través de las semanas; el niño avanza en edad y el peso se va quedando a la zaga, avanzando penosamente o estacionado.

Desnutrición de segundo grado

Insensiblemente la pérdida de peso se acentúa y va pasando del 10 ó 15%, a pérdidas mayores; la fontanela se hunde, se van hundiendo también los ojos y los tejidos del cuerpo se hacen flojos, perdiendo su turgencia y su elasticidad; el niño duerme con los ojos entreabiertos, es pasto fácil de catarros, resfriados y otitis, se acentúa su irritabilidad; fácilmente hay trastornos diarréicos y a veces se percibe, desde esta etapa de la desnutrición, discretas manifestaciones de carencia al factor B, así como edemas por hipoproteinemia.

El final de la etapa segunda en la desnutrición es ya francamente alarmante y obliga a los padres a recurrir al médico si antes no lo habían hecho.

Si el médico es impresionado por el accidente enteral agudo, o por la faringitis o la otitis y sin hacer una cuidadosa búsqueda en la dieta del pequeño paciente para estimar su calidad y su rendimiento energético, pasa por alto este renglón vital de orientación, y prescribe ''para la infección'', el niño habrá dado un paso más en la pendiente fatal de la desnutrición.

Por otra parte, si las medidas dietéticas y terapéuticas a que se acuda no son lo suficientemente cuidadosas y efectivas, el paciente cae en una exquisita intolerancia a toda clase de alimentos y a toda cantidad que se le dé; esta intolerancia obliga a cambios frecuentes en la dieta, y a nuevos intentos de acomodación digestiva por parte del organismo, en los cuales se pierde tiempo, se va aumentando la destrucción de sus reservas, y el desplome de la curva de peso, que cada vez se aleja más del paralelismo normal con la curva de la edad.

Desnutrición de tercer grado

La desnutrición de tercer grado se caracteriza por la exageración de todos los síntomas que se han enumerado en las dos etapas anteriores de desnutrición, y el niño llega a ella bien sea porque no hubo una mano experta que guiara la restitución orgánica, o porque la miseria y la ignorancia hicieron su papel homicida, o porque a pesar de las medidas tomadas, ya la célula y su mecanismo metabólico habían entrado en una fase negativa o de desequilibrio anabólico que no permiten que se aproveche ni las cantidades mínimas para sostener la pobre actividad del paciente.

Los ojos se hunden, la cara del niño se hace pequeña y adquiere el aspecto de ''cara de viejo''; se ven prominentes todos los huesos de la cara y la bola grasosa de Bichat hace su grotesca aparición como última reserva grasosa de este sector del organismo.

Los músculos de los miembros cuelgan como pesadas cortinas forrados de piel seca y arrugada; los huesos de los miembros superiores, del dorso y del tórax se observan forrados de una piel escamosa, arrugada, sin vitalidad y sin la menor elasticidad. Los ojos de la criatura quedan vivos, brillantes y siguen con una gran avidez, los movimientos que a su alrededor se desarrollan, como buscando ansiosamente el alimento que le podría servir de salvación.

Muchos desnutridos llegan a esta etapa sin tener edemas por carencia proteica o manifestaciones de carencias vitamínicas y en cambio a otros se les ve hinchados de sus piernas, del dorso de las manos y de los párpados y sobre estos edemas hay manifestaciones peligrosas hipercrómicas, acrómicas y discrómicas, que dan el conocido, mosaico de colores y de formas, que en Yucatán se conoce con el nombre de ''culebrilla''.

Sobre el estado angustioso de autoconsunción, se observan como síntomas predominantes, la intolerancia absoluta a la alimentación, que toman a veces vorazmente; los vómitos fáciles, los accidentes digestivos de aspecto agudo o semi-agudo y las infecciones focales que estallan con periodicidad desesperante y virulencia cada vez mayor.

El cuerpo del paciente se encuentra en completa bancarrota orgánica; las células solamente tienen capacidad para transformar en alimentos de consumo, los aminoácidos que extraen de las miserables reservas proteicas que van quedando en los músculos; no hay alimento por sencillo, puro y apropiado que se busque, que pueda aprovecharse y a veces ni siquiera tolerarse. Es la etapa de los balances negativos en todos los sistemas del organismo que en estado normal se encadenan, se equilibran y se complementan para la asimilación.

El catabolismo aumenta su curva desproporcionadamente, y su función de arrastre y desecho adquiere proporciones catastróficas y destructoras, llevándose todo lo poco utilizable que va quedando en el desastre, de moléculas proteicas, de reservas glicogénicas o de reservas grasosas. Las sales minerales y el agua también tienen abiertas sus compuertas y no es extraño que un cuadro de anhidremia aguda se implante con el más ligero accidente diarreico.

La terminación de estos cuadros es generalmente acelerada por accidentes digestivos agudos o por infecciones enterales o parenterales, que dan la más diversa sintomatología final.

Profilaxis de la desnutrición

Hay que considerar dos aspectos a cual más de importantes en la prevención de la desnutrición.

1o. Factor familiar.
2o. Factor médico.

Factor familiar

I. Es obvio que combatiendo la miseria se evitaría en un gran porcentaje la desnutrición, pero no está a nuestra mano médica señalar medidas de alcance nacional que eleven el standard de vida de nuestro pueblo. Sin embargo, queda el factor ignorancia familiar que debe de ser combatido intensamente por todos los medios a nuestro alcance; el médico se debe de convertir en educador de sus clientes y en propagador de los conocimientos de puericultura más elementales para que los padres aprendan a distinguir al niño sano del enfermo y acudan oportunamente al consultorio o al hospital.

Debemos enseñar a los padres a estimar el enorme valor que tiene el pesar cada semana a los niños de menos de dos años; a estimar el peligro de no ganar en peso por varias semanas o a perderlo; a temer a los vómitos y a la diarrea.

La profilaxis de la desnutrición es obra de conjunto de los médicos, de las enfermeras, de las trabajadoras sociales, de los departamentos oficiales, de las Instituciones privadas y en una palabra, de todo elemento social que tenga contacto con la madre y el niño de un país.

Factor médico

II. Es indispensable que el médico conozca el valor energético de los alimentos y cómo integrar una fórmula correcta de alimentación; también debe saber las necesidades calóricas de un organismo para poder dictar medidas dietéticas que prevengan la desnutrición.

El médico que sabe darle a la curva de peso el valor inmenso que tiene durante el primer año de la vida, puede prevenir la desnutrición de los niños confiados a su cuidado o combatirla oportunamente.

Los cambios frecuentes de leche en los niños, traen desadaptación digestiva y alteración de la función del sistema que puede conducir a la desnutrición.

El médico debe tener paciencia para conseguir la adaptación digestiva a nuevas fórmulas y aconsejar paciencia también a la madre en lugar de entrar en el tortuoso camino de cambiar una y otra y más veces de leches, porque ''no le caen'' al niño o porque otro médico aún no las ha empleado.

Verificado el rendimiento energético de una alimentación, verificada su digestibilidad, su pureza y su técnica de preparación, se comete un error si antes de cambiarla no se espera un término razonable de adaptación digestiva.

Combatiendo a tiempo las infecciones y equilibrando los defectos congénitos se previenen también algunos estados de desnutrición.

Aunque durante las infecciones está lógicamente disminuida la capacidad para digerir, no hay que pecar por dietas muy pobres, pues se conduce al organismo a un peligroso estado de desnutrición. (Dieta en la fiebre tifoidea o en las variadas infecciones por salmonelas y shigelas).

La infección prolongada conduce a la desnutrición y la desnutrición prolongada por su parte, expone al organismo a la invasión fácil de las infecciones.

El conocimiento de este peligroso círculo por el médico, lo pondrá alerta para prevenir la desnutrición.

Tratamiento

Desnutrición del Primer Grado

Si el médico ha hecho un buen diagnóstico etiológico valorizando cuidadosamente la historia de la alimentación aun en los detalles más mínimos, el tratamiento de la desnutrición de primer grado es sencillo y rápido, a menos que obedezca a infecciones incontrolables o a defectos congénitos imposibles de remediar.

Si la causa es por sub-alimentación, como pasa en un 90% de los casos, basta completar las necesidades energéticas del paciente con una dieta apropiada para su edad y antecedentes, para que el niño recupere su peso, vuelva a su buen sueño, y a su disposición general feliz y contento.

Ningún medicamento, ninguna vitamina, ningún tónico, son necesarios, sólo alimento digestible y suficiente y el éxito es rotundo.

Se puede decir que 100% de pacientes se salvan si son correctamente tratados y vistos con oportunidad.

Desnutrición de Segundo Grado

Dos medidas deben de guiar la terapéutica en estos casos:

1a. Dar una alimentación de alto valor energético en el menor volumen de la fórmula, para poder ministrar 250, 300 o más calorías por kilo, por día, sin acarrear vómitos.
2a. Combatir tenazmente las infecciones; drenar los oídos si están enfermos, quitar adenoides, vigilar el riñón, vigilar la piel, etc.

Hay otra serie de medidas que completan la lucha: Complejo B Hipodermoclisis de suero fisiológico 25 c.c. por día; estimular la actividad de la piel con fricciones generales de alcohol a 50%, vigilar la ingestión suficiente de líquidos, imponer cierto grado de actividad física para combatir la astenia y la indiferencia; pequeñas transfusiones de sangre total (10 c.c. por kilo), aplicadas cada cinco días.

El éxito se obtiene en un 60 o 70% de los casos si no hay infecciones que se hayan apoderado del organismo y le impidan toda posibilidad de restablecimiento.

Desnutrición de Tercer Grado

La mayoría de los tratamientos y medicinas fracasan ante una Desnutrición de Tercer Grado; cuando el niño ha perdido más del 50% del peso que debería tener de acuerdo con la edad, la lucha es desesperada, costosa y casi siempre inútil; principalmente cuando se trata de una desnutrición que ha venido progresando poco a poco, consumiendo totalmente las reservas y agotando la facultad reaccional y defensiva del organismo.

Es menos sombrío el pronóstico cuando se trata de una desnutrición violenta causada por fiebre tifoidea, o por vómitos acetonémicos o por algún otro trastorno que en poco tiempo desnutre; en estos casos la reacción favorable del organismo, sus defensas vivas y la fuerte combustión de la convalecencia lo ponen a salvo en pocos días.

La desnutrición de tercer grado requiere una gran discreción para realimentar, buscando que el sistema digestivo restablezca su capacidad funcional para digerir, muchas veces totalmente perdida.

Alimentos en pequeño volumen, sin grasa y de gran valor energético a expensas de los hidrocarbonados y las proteínas, son los de elección.

Leche láctea semidescremada y con 10% de Dextro-Malto o miel de maíz es el alimento con que iniciamos la realimentación en el Hospital; al mismo tiempo, si el niño pasa de un año, agregamos pan para provocar la masticación y la salivación, y plátano bien maduro.

Todo síntoma agudo debe de combatirse con tenacidad: anhidremia, infección enteral, infección parenteral, infecciones de la piel, etc.

Se hacen transfusiones diariamente 15-20 c.c. por kilo de peso, precedidas siempre de igual o doble cantidad de suero fisiológico o glucosado al 5%.

La hemoconcentración en la desnutrición de tercer grado debe de evitarse siempre; pero como es una condición casi inesperable y por otro lado el paciente necesita sangre total, se inyecta primero suero y después la sangre total; algunos pacientes reaccionan en las primeras 6 u 8 transfusiones, otros han necesitado 20 ó 22 y muchos ni con esta cantidad de sangre logramos hacerlos que aprovechen algo del alimento que se les da y aumenten de peso.

Se agrega Complejo B, vitamina C y vitamina A si encontramos signos de carencia a estos factores.

Son frecuentes las reacciones inversas, o paradójicas de Finkelstein; a medida que más alimento se da, principalmente si son prótidos, el peso más se desploma en lugar de aumentar, con el aumento de la fórmula. Estas reacciones inversas son debidas quizás a la barrera hepática que no puede llevar a cabo su función normal sobre las proteínas. Hemos logrado combatir estas reacciones inversas dando por vía endovenosa aminoácidos, amigen Mead, diariamente en una proporción de 3 a 4 gramos por kilo.

El Amigen es un Hidrolizado de proteínas que no requiere ninguna enzima específica para su aprovechamiento por la célula, así es que salva la deficiencia enzimática del estómago e intestino, salva la función hondamente alterada del hígado y va a la célula directamente.

El amigen nos ha dado una gran ayuda cuando la sangre total no ha sido suficiente.

La capacidad digestiva revelada por mayor apetito, mayor actividad, evacuaciones de mejor aspecto, detención de la pérdida de peso, exige constantes y cuidadosos aumentos en la dieta: huevo, jugo de carne, sopas, etc., hasta dar la dieta normal para la edad.

Debe de tenerse siempre en cuenta que a pesar de guiar bien un tratamiento dietético y terapéutico y observar reacciones favorables en el paciente, éste requiere un periodo de restitución que varía de una semana a cinco o seis, durante las cuales no aumenta peso, si acaso se sostiene sin perder más.

No debe de hacerse cambio dietético alguno tratando de acelerar la curación so pena de exponerse a un fracaso; la paciencia, la discreción y los pasos lentos, son atributos indispensables en el tratamiento de la denutrición de tercer grado.

La desnutrición de tercer grado es indispensablemente un trastorno que sólo en un hospital bien equipado y con experiencia, se puede tratar con alguna probabilidad de éxito.

Requiere tres o cinco meses de cuidados constantes, es extremadamente caro luchar con un paciente de este tipo que la mayoría de las veces es gente pobre en recursos económicos y de escasa cultura.

Los cálculos hechos en el Hospital del Niño nos enseñan que con los esfuerzos, el dinero y los elementos que empleamos para salvar a un niño que ha caído en Desnutrición de Tercer Grado, habría para prevenir la desnutrición en cien niños normales; o para curarla en setenta y cinco con desnutrición de primer grado.

Las medidas de las instituciones del Gobierno o privadas que se preocupan por la madre y el niño, deben de ser predominantemente preventivas para la desnutrición.

Conclusiones

1a. Se propone nueva terminología para substituir las palabras Hipotrepsia, Atrofia, Descomposición, Atrepsia, Hipertrofia, Distrofia, etc., etc., considerándolas como grados distintos de un mismo trastorno que afecta a todo el organismo y que se llama simplemente desnutrición.
2a. La nueva terminología se guía por la mayor o menor pérdida de peso que el organismo sufre, sin prejuzgar factores etiológicos o patogénicos.
3a. Se llamará Desnutrición de Primer Grado a la pérdida de peso que no sobrepase el 15% del peso normal para la edad del paciente. Se llamará Desnutrición de Segundo Grado a la pérdida de peso que oscila entre el 15% y el 40%; y por último se llamará Desnutrición de Tercer Grado a aquella pérdida de peso del organismo que sobrepase el 40% del peso que debería tener.

2010 Instituto Nacional de Salud Pública

Afecta desnutrición a 1.8 millones de mexicanos menores de cinco años


Convocan una campaña para financiar proyectos contra la problemática
CIUDAD DE MÉXICO (04/MAY/2010).- La desnutrición crónica afecta en México a 1.8 millones de niños menores de cinco años, de los cuales al menos 170 mil que habitan las zonas marginadas de las ciudades y el campo presentan una situación aguda y mueren por enfermedades infecciosas.

Guillermo Meléndez, consultor en nutrición y metabolismo de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), alertó que la desnutrición en México es un severo problema de salud pública.

Al presentar la convocatoria para la campaña 'Cadena de ayuda', que prevé apoyar con recursos los proyectos de organizaciones civiles que ayuden a abatir esta situación, expuso que a la desnutrición se suma la obesidad infantil que padecen 4.1 millones de niños entre cinco y 11 años de edad.

Los problemas de obesidad empiezan a partir de los dos años de edad, cuando la alimentación depende de la decisión de las madres sobre los recursos que tienen para dar de comer a sus hijos y los productos que usará, que en la mayoría de los casos son de alta densidad calórica.

'Este problema empieza a los dos años y brinca radicalmente en la primaria, donde las cifras de sobrepeso y obesidad de primero a sexto año prácticamente aumentan 10 por ciento', detalló Meléndez.

Con relación a la desnutrición crónica indicó que se ve más en las zonas marginadas del país, tanto urbanas como rurales, de la región sureste, y entre los efectos que presentan esos niños está la baja estatura, el lento aprendizaje y la muerte porque son más susceptibles a contraer infecciones.

'Las estadísticas del Instituto Nacional de Salud Pública hablan de que entre 168 mil y 170 mil son lo que se detectaron con un problema agudo; el resto, que son casi dos millones, presentan desnutrición crónica, de tal manera que el problema que hay es severo', indicó.

Guillermo Meléndez agregó que a pesar de los programas que se han establecido a nivel nacional e internacional, el problema se ha abatido, pero no se ha desaparecido.

Por ello una empresa farmacéutica de origen alemán que produce vitaminas y Transparencia Mexicana llaman a las organizaciones civiles a participar en esta convocatoria, para poder acceder a financiamiento de sus proyectos para abatir la desnutrición en México.

Pueden participar las organizaciones que tengan por lo menos tres años de constituidas y para más información se puede consultar la página www.cadenadeayuda.com.mx

El recurso con que se cuenta es de dos millones de pesos, fondos que se destinarán a las cuatro mejores propuestas que presenten las organizaciones civiles, y se obtendrán de la venta de los productos vitamínicos

domingo, 29 de agosto de 2010

Argentina: Desnutricion. 25 niños mueren por dia



Hambre en el granero del mundo

Vergüenza: en Argentina, donde se producen alimentos para dar de comer a cientos de millones de personas, 25 niños mueren por día antes de cumplir un año. Los datos oficiales, que miden la mortalidad infantil en 12,9 por mil nacidos vivos contrastan con el reciente informe de Unicef: 14 por mil. “No nos importan los datos teledirigidos del Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos), lo que está a la vista y nos golpea a todos son cosas sencillas y evidentes” dice el obispo de Humahuaca, Pedro Olmedo.

En el país más de seis millones de chicos viven en la pobreza y la mitad de ellos pasa hambre. Sólo en la Ciudad de Buenos Aires, ocho niños mueren por día antes de su primer cumpleaños. En Cuba, la tasa de mortalidad infantil es de cinco por mil.

Bajo las doradas galerías de la Avenida Alem, en pleno centro porteño, una veintena de chicos se acomoda sobre cartones para pasar la noche. Recostados en hilera, aspiran pegamento con las miradas perdidas en el cielo. A metros de la Casa presidencial y de la Plaza de Mayo, cuna de la independencia, un bebé recién nacido llora buscando el pecho de su madre adolescente que revuelve la basura en busca de comida. En el país de las espigas de oro, 25 niños mueren por día antes de cumplir un año y la tasa de mortalidad se eleva a 14 por mil nacidos vivos.

Constatadas por Unicef, estas cifras contrastan con las de los datos oficiales: según el Ministerio de Salud de la Nación, la mortalidad infantil es de 12,9 por mil nacidos vivos. En Cuba, la tasa de mortalidad es de 5,3 por mil según datos oficiales y 5 según el informe de Unicef.

¿Quién me robó mi niñez?
En la madrugada del 11 de diciembre de 2008, un cartonero encontró el cadáver de un niño de tres años mientras hurgaba en un contenedor del barrio porteño de Constitución, a menos de dos mil metros de la Casa de Gobierno. El cuerpo estaba envuelto en una frazada y presentaba fuertes signos de desnutrición. Según informaron las fuentes de la investigación, en los días posteriores al hallazgo no se registraron denuncias sobre la pérdida del niño lo que hacía suponer que había sido depositado en el basurero por algún familiar o conocido. Un día después de que apareciera el cuerpo sin vida de este niño sin nombre, al que seguramente nunca hamacaron en una plaza, la noticia desapareció de los medios de prensa.

Dos semanas después, una organización no gubernamental del Partido de La Matanza (Gran Buenos Aires) denunció que en el Mercado Central, más de 200 chicos de entre 8 y 13 años se prostituyen para poder comer. Según la denuncia, entre los que obligan a los niños a vender su cuerpo por comida, hay policías, changarines, seguridad privada, comerciantes, camioneros y directivos. El Mercado de La Matanza, principal centro comercializador de frutas y verduras del país, abastece a más de 11 millones de personas.

La desnutrición sufrida durante el embarazo y en los primeros meses de vida produce daños irreparables en el ser humano: retraso mental y físico, bajo peso y talla y dificultades en el aprendizaje. El informe de Unicef revela que el 66% de los niños y las niñas mueren en su primer mes de vida; “más de la mitad de estas muertes son evitables”, detalla el documento.

Cartografía de la desnutrición
Unicef aclara que en Argentina, el lugar de nacimiento condiciona las posibilidades de sobrevivencia: “Las probabilidades de morir antes de cumplir un año son tres veces superiores en Formosa que en la Ciudad de Buenos Aires. En las Provincias de Jujuy o Chaco, la probabilidad de muerte duplica a las jurisdicciones más favorecidas”. Paro cardiorespiratorio es el eufemismo con el que se encubre la desnutrición en los hospitales nacionales y provinciales colapsados por la falta de médicos, enfermeras, insumos y presupuesto.

En la Ciudad de Buenos Aires, la tasa de mortalidad es de 8,3 por mil nacidos vivos; incluso en la orgullosa, rica y poderosa Capital Federal, el índice supera al de Cuba.

Mientras que según datos oficiales la tasa nacional ha descendido, en la provincia de Buenos Aires, la más rica del país en términos económicos y productivos, la mortalidad infantil ha pasado de 12,5 en 2006 a 13,5 en 2007.

En esta provincia, donde se tira una semilla y crece, durante 2006 murieron 3.280 bebés menores de 1 año y en 2007, 3.531: 10 bebés por día.

En La Matanza, el más grande conglomerado del conurbano, donde los chicos se venden por comida, 345 niños murieron en 2007 sin alcanzar su primer año de vida. Las cifras de la mortalidad en el Gran Buenos Aires sirven para diluir el mito de que el hambre sólo está en el Norte: 951 bebés menores de un año murieron durante 2007 en las localidades de Lomas de Zamora, Quilmes, Almirante Brown, Florencio Varela, Morón, San Miguel, Hurlingham, San Isidro, Merlo, Avellaneda y Lanús. En un año, el número de muertes evitables se incrementó en 100: durante 2006 murieron en esa zona 862 bebés.

Cientos de cruces de madera adornadas con guirnaldas de flores de todos colores brillan con la luz del sol en un cementerio de la quebrada de Humahuaca. “Se ha ido un angelito” dicen en el Norte cuando se muere un bebé y toda la gente va al velatorio vestida de blanco. En la provincia de Formosa, las familias de 24 bebés por mil nacidos vivos los entierran antes de poder festejarles su primer año de vida. En Chaco mueren 18,9 bebés y en Misiones y Jujuy la tasa se eleva a 17 por mil, siempre según datos oficiales.

“No nos importan los datos teledirigidos del Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos), lo que está a la vista y nos golpea a todos son cosas sencillas y evidentes: hace unos meses el kilo de pan costaba 3 pesos, hoy cuesta 5; la carne se compraba a 8 ó 12 pesos, hoy cuesta 16 ó 20. El litro de aceite se conseguía a 3 pesos, ahora anda por los 8 y la garrafa de gas de 15 kilos vale 50 pesos. Es imposible que los niños y adolescentes puedan alimentarse con 60 centavos”, afirma el obispo de Humahuaca, Pedro Olmedo.

El pasado 13 de enero, su hermano, el cura Jesús Olmedo, junto al premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, apoyaron los cuatro días de ayuno que más de 400 quiaqueños hicieron para denunciar la situación de pobreza y desnutrición que afecta al 60% de la población de esa zona.

La falta de alimentación está sumada a las condiciones de vida: la carencia de agua potable y de desagües cloacales favorecen la aparición de enfermedades infecciosas como la diarrea o la parasitosis que, en edades tempranas, provocan la muerte. En 2004, el Departamento de Maternidad e Infancia del Ministerio de Bienestar Social de Jujuy realizó un relevamiento por zonas que alcanzó a más de 50 mil niños (es el último estudio provincial al que se puede acceder).

Los datos reflejan que en la Puna jujeña (Departamentos de Cochinoca, Santa Catalina, Susques, Rinconada y Yavi) casi la mitad de los niños tiene bajo peso. Le sigue la Quebrada -Departamentos de Tumbaya, Tilcara y Humahuaca- con el 19,4% (el promedio provincial de bajo peso era entonces del 16,5%).

Los datos de desnutrición aguda vuelven a ubicar a la Puna en primer lugar con el 14,7%; en este caso seguida por la región Valles (Departamentos de San Antonio y El Carmen) con el 9,8%.

La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud realizada por el Ministerio de Salud de la Nación en 2005, muestra que frente a un total de 3,7% de desnutrición global, la provincia de Jujuy presentaba un 3%. La variación entre las cifras provinciales y nacionales se debe a que en ambos casos se utilizan parámetros diferentes. Por esta razón, aun si los organismos de Jujuy ofrecieran datos actualizados, sería difícil hacer una comparación con otros distritos.

“No hay estadísticas confiables”, afirma Carlos Santillán, ex dirigente sindical y actual titular de la Comisión de Derechos Humanos de la provincia de Jujuy. “En la Comisión de Derechos Humanos recibimos día a día pedidos de necesitados de toda la provincia que buscan comida y trabajo. Hace seis meses gestionábamos ante el Ministerio de Bienestar Social un pedido de 60 bolsones de comida al mes. Ahora estamos pidiendo 500″, agrega.

En los confines de la Argentina, cerca de 400 personas dejaron de comer para llamar la atención sobre el hambre. En la legislatura provincial fue presentado un pedido para que se declare a la Puna en emergencia social y alimentaria: el gobierno de Walter Barrionuevo, del Frente para la Victoria (Partido Justicialista), responde con silencio.

Los grandes medios nacionales se ocuparán del tema sólo cuando alguien muera o cuando les llegue una fotografía conmovedora. Jujuy, en tanto, es la provincia argentina que más planes asistenciales reparte. “La acción social dirigida sirve sólo a pequeños grupos, a algunas organizaciones y a los dirigentes de esas organizaciones que se convierten en millonarios teniendo a los pobres como mercancía”, denuncia Santillán. A fines de 2008, el Gobierno nacional anunció una disminución en el índice de pobreza del 23,4% al 20,7%. Los ocho millones de pobres de los datos oficiales contrastan con los 20 millones de argentinos que según diferentes estudios privados viven bajo la línea de pobreza.

La diferencia en el cálculo se explica: para el gobierno la canasta básica de alimentos es de 978 pesos; para los estudios independientes, asciende a los 1.400. “Mientras todo sube, los ingresos de los planes están estancados y si hace unos años 150 pesos era poco, ahora es nada”, dice el obispo Olmedo, quien en unión con los sacerdotes de su presbiterio denuncian públicamente la grave situación de pobreza e indigencia de los habitantes de Jujuy y los Valles salteños. “Por falta de olla” es la expresión popular utilizada por el personal de salud de la provincia de Salta para explicarles a las mamás las causas de la desnutrición primaria que sufren sus pequeños hijos.

Los datos oficiales del tercer trimestre de 2008 indican que el porcentaje de niños y niñas salteñas con déficit nutricional es de 5,4% entre los que tienen de 0 a 1 año de vida, y de 10% entre quienes tienen de 1 a 5. “En ese 10% están los bajitos y los petisos; la cronicidad en la pobreza es sinónimo de talla baja”, explica la doctora Gladys Pernas, Jefa del Servicio de Recuperación Nutricional del Hospital de Niños Jesús de Praga. “Que haya 10 niños de cada cien con déficit nutricional es una cifra alta y preocupante pero aun en los noventa restantes a los que se considera “eutróficos” (adecuado para la relación peso-talla) habría que preguntarse si esa talla corresponde a su edad o si estamos hablando de desnutridos crónicos, con pobreza de larga data”, alerta Pernas.

Por otra parte, las estadísticas rara vez consideran a los malnutridos, categoría en la que entran los desnutridos y los sobrenutridos por obesidad o sobrepeso. Los últimos datos disponibles señalan un sobrepeso de 10,8% en menores de un año y de 10,3% en el grupo de 1 a 6 años. Entre los acortados nutricionales por pobreza crónica hay dos tipos de carencias: la falta de alimentos, que los hace bajitos, y la dieta farinácea, que los hace gordos.

Sobrenutrido no es un indicador de bienestar, se traduce en graves enfermedades en adolescentes y adultos: hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes y accidentes cerebrovasculares. Argentina es uno de los primeros países del mundo en índices de muertes por estas enfermedades.

En la provincia de Salta -siempre según datos oficiales-, la mortalidad infantil fue de 14,9 por mil nacidos vivos durante 2006 y de 15,4 por mil durante 2007. A pesar de las declaraciones pre electorales del candidato a vicegobernador de la fórmula que asumió en diciembre de 2007 (Juan Manuel Urtubey del Frente Para la Victoria y Andrés Zottos del Partido Renovador de Salta), el proceso de gerenciamiento privado de la Salud Pública sigue siendo una constante en Salta. Así lo indica un trabajo realizado por asociaciones gremiales y de profesionales de la salud: “en ocho años de gerenciamiento privado del Nuevo Hospital Materno no ha mejorado la salud de la población involucrada”.

El estudio afirma que el Estado debería evaluar y corregir la orientación de sus políticas sanitarias y priorizar efectivamente las acciones de Atención Primaria. Más allá de las cifras, la investigadora de la Universidad de Buenos Aires y de Flacso, Mónica Sacchi analiza en su libro Mortalidad Infantil, un nombre, un rostro, una familia, seis casos de muerte de nenas y nenes que no llegaron a cumplir su primer año de vida. Sacchi realiza un estudio microsocial (condiciones de vida y salud materna) a partir de las percepciones y los significados que las madres asignaron a las muertes.

En las vidas truncadas de Esteban, Jimena, Micaela, Gabriel, Rosario y María Daniela la intensidad de la pobreza llevó a Mónica Sacchi a preguntarse y a interpelar: ¿qué es lo que falló?

En la provincia de Corrientes, famosa por sus ríos, esteros y bañados y por la música alegre del acordeón, la situación no es mejor que en Jujuy o Salta. Según un relevamiento de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), el 49% de los chicos menores de 18 años es pobre y un 29% pasa hambre.

El documento, basado en datos estadísticos oficiales y en estudios realizados por distintas organizaciones sociales y sindicales, sostiene que en el país, más de seis millones de chicos viven en la pobreza y la mitad de ellos pasa hambre. Corrientes ocupa el cuarto lugar entre las provincias con más chicos pobres e indigentes.

Democracia de la exclusión
En este país donde para tantos niños vivir o morir depende del lugar de nacimiento, marcados casi como un designio divino desde la cuna, son pocos los adolescentes que creen en la democracia. Sólo el 35% de los encuestados confía en la democracia, informó un estudio realizado por el Ministerio de Educación de la Nación a fines de 2008.

El análisis, llevado a cabo por el Programa Escuela y Medios, se hizo entre mil alumnos de 11 a 15 años de escuelas públicas de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Chubut.

Argentina produce alimentos suficientes como para dar de comer a varios cientos de millones de personas, posee un alto índice de PBI per capita y un elevado desarrollo científico-tecnológico. En las entrañas de su tierra hay petróleo, gas, oro y plata. El acuífero Guaraní, compartido con Brasil, Paraguay y Uruguay, es una de las reservas de agua potable más importantes del mundo.

En Cuba, pequeña isla ubicada en el medio del Caribe, a expensas de los huracanes y el mal clima donde no crece más que la caña, la mortalidad infantil es de cinco por mil nacidos vivos. Igual al de Canadá e inferior al de Estados Unidos (siete por cada mil), el índice cubano se sostiene pese al bloqueo que lleva casi tantos años como los que acaba de cumplir su revolución.

963 millones de personas tienen hambre en el mundo. La meta del milenio fijada por la o nU para reducir la desnutrición de cara a 2015 parece imposible de lograr dentro del sistema capitalista, en el que todo sobra, hasta los seres humanos.

Desde Buenos Aires, Inés Hayes con informes de Gabriela Tijman desde Jujuy, Marita Couto desde Salta y Orlando Pacua desde Corrientes

Riquezas naturales en la cuenca del Plata
El territorio de la República Argentina es el segundo más grande de América del Sur y el octavo en extensión de la Tierra. Tiene 3.694 kilómetros de largo de Norte a Sur y 1.423 kilómetros de Este a Oeste. Además posee 4.665 kilómetros de costa. La zona del océano Atlántico sobre la plataforma continental es inusualmente ancha y se la denomina Mar Argentino; bajo su superficie hay importantes recursos pesqueros e hidrocarburíferos.

En la actualidad, Argentina es la tercera potencia en materia económica de América Latina, superada por Brasil y México. En 2007, el PBI per capita fue estimado como uno de los más altos de la región: 13.300 dólares.Según el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos), las exportaciones de bienes totalizaron en 2007 los 55.780 millones de dólares, mientras que las importaciones alcanzaron los 42.525 millones, generándose un superávit de 13.255 millones de dólares. A fines de 2007 el Estado había acumulado reservas en moneda extranjera por 46.176 millones de dólares, monto equivalente al del total importado por año. La producción de alimentos provenientes de la agricultura y la ganadería es uno de los ejes de la economía argentina.

En total la producción rural, incluido el sector forestal, representó en 2007 el 5,61% del PBI total.Por otra parte, el país posee una considerable riqueza petrolera, minera y gasífera. Los principales yacimientos de petróleo se encuentran en la Provincia de Neuquén y los recursos mineros se concentran en las provincias cordilleranas a lo largo de 4.500 Kilómetros.

Sin embargo, mediante reformas constitucionales, leyes y decretos, los sucesivos gobiernos nacionales desde 1880 a esta parte, han permitido y continúan permitiendo que las compañías transnacionales saqueen los recursos naturales. La renta que se llevan es superior a los 20 mil millones de dólares anuales, cifra que supera ampliamente lo que se necesitaría para acabar con el hambre en el granero del mundo.

INFORME SOBRE DESNUTRICIÓN EN ARGENTINA

Indigencia, problemas educativos, antiguas falencias del sistema de salud, carencias en la infraestructura sanitaria, son algunos de los factores que explican la existencia de desnutrición infantil en nuestro país. Tipos de desnutrición. Las estadísticas disponibles. La ineficacia del gasto en salud y las fallas del modelo de atención hospitalaria. Las políticas de prevención.

La desnutrición infantil en Argentina, que afecta especialmente a las provincias del Norte, es resultado de un cóctel en el que se combinan el aumento de la pobreza extrema, el analfabetismo, la baja cobertura de saneamiento ambiental y las históricas falencias e inequidades de las políticas de salud, que se traducen en una deficiente atención materno-infantil.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la palabra "desnutrición" se utiliza para referirse a varias dolencias relacionadas con la ingesta de uno o más nutrientes -por ejemplo, proteínas, yodo o calcio- y caracterizadas por un desequilibrio entre el aporte de nutrientes y energía y las necesidades del organismo para su crecimiento y desarrollo.

En el periodo que transcurre entre la gestación y los dos primeros años de vida el déficit de nutrientes indispensables deja secuelas generalmente irreversibles. Los niños en crecimiento tienen altas necesidades de energía y proteínas y son más vulnerables a las infecciones. Inicialmente, debido a la mala alimentación, los chicos sufren pérdida de peso y quedan expuestos a un riesgo muy alto de enfermedades infecciosas -por ejemplo, la diarrea-, que a su vez agravan el cuadro de desnutrición. Más tardíamente se manifiestan un déficit en la talla y un retardo definitivo en el desarrollo intelectual.

En todo el mundo, de los casi 11 millones de niños menores de cinco años que mueren anualmente, la mitad lo hacen a causa de la desnutrición. Aunque en nuestro país el déficit nutricional es un problema de larga data, se carece de datos completos y actualizados.

Las estadísticas se basan en tres indicadores: peso para la edad, que mide la desnutrición global; talla para la edad, que refleja la desnutrición crónica, debido a que la baja estatura es producto de una carencia prolongada de nutrientes; y peso para la talla, que mide la desnutrición aguda.

Las estadísticas

Los estudios realizados en los últimos años revelan que la forma de desnutrición prevalente en Argentina ha sido hasta ahora el déficit de talla y que el Norte es la región más afectada.

Una encuesta antropométrica efectuada entre 1995 y 1996 por el Ministerio de Salud en niños menores de seis años atendidos en hospitales arrojó un 12,9% de chicos con déficit de talla. Hubo fuertes diferencias entre las distintas regiones del país. La mayor prevalencia de bajo peso y baja talla para la edad se encontró en Chaco y Tucumán (Tabla). Un nuevo estudio comenzó a implementarse en octubre de 2002.

Un censo escolar realizado entre 1991 y 1994 entre niños de seis y siete años de varias provincias también mostró que la baja estatura era un fenómeno significativo en el Norte (1). Otras estadísticas sobre desnutrición en niños de dos a cinco años, correspondientes a nueve ciudades, datan de 1999. En Santiago del Estero, 11% de los chicos de esa franja de edad tenían bajo peso (2).

En el año 2001 la proporción de niños con bajo peso al nacer -menos de 2,5 kilos- era de 7,4%, una tasa más próxima al promedio de los países industrializados (7%) que al de América Latina y el Caribe (9%) (3). Esa tasa se ha mantenido prácticamente constante desde 1990, con pocas variaciones en las distintas regiones del país, pero una serie de datos más recientes difundidos por algunos hospitales cuando tomó estado público el problema de la desnutrición sugieren un aumento.

Otro dato que anticiparía índices más altos de desnutrición es el incremento que ha experimentado el número de niños que viven en hogares indigentes, es decir, que no cuentan con los ingresos suficientes para cubrir una canasta alimentaria básica. De acuerdo con un estudio del Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales de la Nación (SIEMPRO), en octubre de 2002 el 42,7% de los menores de hasta 18 años era indigente. Se alcanzan picos superiores al 55% en Misiones, Chaco, Corrientes y Salta (Tabla).

Las regiones del país más castigadas por la indigencia son la nordeste y la noroeste, así como el segundo cordón del Conurbano bonaerense. En octubre de 2001, poco antes de la devaluación y la cesación de pagos del país, había en la Argentina 9,4% de hogares indigentes; en mayo de 2003, 17,9% (Ver La pobreza en Argentina).

Una de las causas más importantes de la desnutrición y de la mortalidad infantil es el bajo nivel de instrucción de las madres. Un 10,6% de los nacidos vivos en 2001 fueron de madres que no habían completado la escuela primaria. Los porcentajes más elevados se encuentran en la región nordeste, con el 30,8% (Indicadores de salud).

La falta de control médico en embarazadas y recién nacidos es otro factor clave, que se relaciona en parte con el nivel educativo de las madres. La captación del embarazo en las madres de bajos ingresos es mucho más tardía que en las de ingresos más altos, aun cuando estas últimas tampoco posean obra social. La Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), realizada en 2001 por el SIEMPRO y el INDEC, mostró además que sólo el 34,8% de las mujeres de 25 y más años de la Argentina había realizado una consulta ginecológica en los últimos 12 meses. Sin embargo, las mujeres no pobres difieren marcadamente del resto en la frecuencia de la consulta médica. (4)

Un problema con gran incidencia sobre la desnutrición y otras enfermedades infantiles es la falta de servicios sanitarios básicos. Según el Censo Nacional 2001, el 15,9% de los 10,1 millones de hogares de la Argentina carece de provisión de agua dentro de la vivienda. Los hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI)

-indicador de la pobreza estructural de una sociedad- son el 14,3% del total. De ellos, no tiene agua dentro de la vivienda el 50,8% (5).

Los tipos de desnutrición

La forma más importante de desnutrición es la proteico-calórica, que suele dividirse en dos tipos, aunque a veces se superponen: marasmo y kwashiorkor.

El marasmo está causado principalmente por deficiencias energéticas y se distingue por la gran delgadez del niño. Se desarrolla generalmente en el primer o segundo año en chicos que no son amamantados o que sufren de diarrea crónica. El marasmo severo se ve acompañado por una profunda debilidad. Los niños en esta condición pierden grasa y músculo y adquieren una apariencia esquelética. Además de ser pequeños para su edad, sufren infecciones frecuentes. Otros síntomas incluyen piel seca y arrugada y pulso y respiración lentos.

El kwashiorkor -una palabra que se origina en un lenguaje nativo de Ghana- es causada por un déficit proteico y se presenta generalmente en el lactante mayor o en el preescolar. Se caracteriza por la retención de líquido o edema, alteraciones en la piel, cambios en el color del cabello, pérdida de apetito, apatía y, comúnmente, anemia y diarrea. La acumulación anormal de líquido puede hinchar el abdomen, de modo que a los padres el niño suele parecerles "gordo". Algunos chicos pueden sufrir a la vez marasmo y kwashiorkor.

Otras formas de desnutrición se originan en las deficiencias de micronutrientes -así llamados porque se necesitan en pequeñas cantidades-, como las vitaminas y la mayoría de los minerales, de los cuales los más importantes son la vitamina A, el hierro y el yodo. La deficiencia de yodo es la principal causa prevenible de retardo mental y daño cerebral en el mundo. También es origen frecuente del bocio, enfermedad que se caracteriza por el aumento del tamaño de la glándula tiroides y que en nuestro país afectaba especialmente a la región andina. La utilización de sal yodada desde los años sesenta ha permitido reducir significativamente los desórdenes por falta de este micronutriente.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), si bien en nuestro país no hay datos completos sobre anemia por falta de hierro, la deficiencia de este nutriente en niños menores de dos años se encuentra bien documentada por diversos estudios. La prevención se realiza mediante suplementos de hierro para los niños y de hierro y ácido fólico para las embarazadas.

La carencia de vitamina A -sobre la cual hay escasez de datos para la Argentina- es la causa más importante de disminución visual y ceguera infantil en los países en desarrollo. El déficit leve puede afectar el sistema inmunológico y hacer que los niños sean menos resistentes a enfermedades como el sarampión y la diarrea.

La prevención de la desnutrición

Según la Organización Mundial de la Salud, para solucionar el problema de la desnutrición no es suficiente un plan con "una buena cobertura técnica". Lo que distingue a los programas exitosos es que en ellos "las comunidades están involucradas en identificar los problemas y movilizar la acción y los recursos para resolverlos".

Un enfoque en la alimentación complementaria combinada con una atención continua a la protección, promoción y apoyo de la lactancia materna hará frente a una importante causa de desnutrición. Los programas deben poner especial énfasis en el periodo crucial que va de la gestación a los 18 meses de vida.

Tratar de mejorar el estado de los niños en materia de proteínas y energía no dará como resultado un óptimo crecimiento si no se abordan simultáneamente las deficiencias en micronutrientes, que son tratadas con diversificación de la dieta, alimentos fortificados o productos farmacéuticos.

Un estudio del International Food Policy Research Institute, que examina la experiencia de 63 países en desarrollo entre 1970 y 1996 (8), concluye que, del conjunto de determinantes de la desnutrición infantil, la educación de la mujer es el que tiene la influencia mayor.

La proporción de niños menores de cinco años desnutridos en los países en desarrollo se redujo de 46,5% en 1970 a 31% en 1995. El estudio estimó que el progreso en la educación de la mujer es responsable del 43% de esa disminución. El aumento en la disponibilidad de alimentos per cápita contribuyó con el 26% de la baja y las mejoras en el ambiente sanitario con el 19%. Los avances en la situación de la mujer en la sociedad explican otro 12% de la caída de la desnutrición infantil.

El aumento del ingreso per cápita nacional, al influir sobre los factores arriba enumerados, es responsable del 50% de la reducción total de la desnutrición, si bien es necesario tener en cuenta el grado de equidad de la distribución del ingreso.

La conclusión es que los programas deben complementar las intervenciones nutricionales directas, como la promoción de la lactancia materna y la educación nutricional, con medidas que mejoren la instrucción y la situación social de la mujer, el suministro de alimentos y el ambiente sanitario.

En nuestro país es necesario producir un cambio de raíz en las políticas y la administración de la salud pública, así como avanzar en su coordinación con el sector privado. La solución integral del problema exige, además, abordar las fuertes desigualdades regionales y la distribución inequitativa del ingreso en la sociedad

Ayudemos!! "esto es en nuetro Pais.."



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Vergüenza: en Argentina, donde se producen alimentos para dar de comer a cientos de millones de personas, 25 niños mueren por día antes de cumplir un año. Los datos oficiales, que miden la mortalidad infantil en 12,9 por mil nacidos vivos contrastan con el reciente informe de Unicef: 14 por mil. "No nos importan los datos teledirigidos del Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos), lo que está a la vista y nos golpea a todos son cosas sencillas y evidentes" dice el obispo de Humahuaca, Pedro Olmedo.

En el país más de seis millones de chicos viven en la pobreza y la mitad de ellos pasa hambre. Sólo en la Ciudad de Buenos Aires, ocho niños mueren por día antes de su primer cumpleaños. En Cuba, la tasa de mortalidad infantil es de cinco por mil.

La desnutrición sufrida durante el embarazo y en los primeros meses de vida produce daños irreparables en el ser humano: retraso mental y físico, bajo peso y talla y dificultades en el aprendizaje. El informe de Unicef revela que el 66% de los niños y las niñas mueren en su primer mes de vida; "más de la mitad de estas muertes son evitables", detalla el documento.

La falta de alimentación está sumada a las condiciones de vida: la carencia de agua potable y de desagües cloacales favorecen la aparición de enfermedades infecciosas como la diarrea o la parasitosis que, en edades tempranas, provocan la muerte. En 2004, el Departamento de Maternidad e Infancia del Ministerio de Bienestar Social de Jujuy realizó un relevamiento por zonas que alcanzó a más de 50 mil niños (es el último estudio provincial al que se puede acceder).

Los datos reflejan que en la Puna jujeña (Departamentos de Cochinoca, Santa Catalina, Susques, Rinconada y Yavi) casi la mitad de los niños tiene bajo peso. Le sigue la Quebrada -Departamentos de Tumbaya, Tilcara y Humahuaca- con el 19,4% (el promedio provincial de bajo peso era entonces del 16,5%).

Mientras que según datos oficiales la tasa nacional ha descendido, en la provincia de Buenos Aires, la más rica del país en términos económicos y productivos, la mortalidad infantil ha pasado de 12,5 en 2006 a 13,5 en 2007.

En esta provincia, donde se tira una semilla y crece, durante 2006 murieron 3.280 bebés menores de 1 año y en 2007, 3.531: 10 bebés por día.

En La Matanza, el más grande conglomerado del conurbano, donde los chicos se venden por comida, 345 niños murieron en 2007 sin alcanzar su primer año de vida. Las cifras de la mortalidad en el Gran Buenos Aires sirven para diluir el mito de que el hambre sólo está en el Norte: 951 bebés menores de un año murieron durante 2007 en las localidades de Lomas de Zamora, Quilmes, Almirante Brown, Florencio Varela, Morón, San Miguel, Hurlingham, San Isidro, Merlo, Avellaneda y Lanús. En un año, el número de muertes evitables se incrementó en 100: durante 2006 murieron en esa zona 862 bebés.
El estudio afirma que el Estado debería evaluar y corregir la orientación de sus políticas sanitarias y priorizar efectivamente las acciones de Atención Primaria. Más allá de las cifras, la investigadora de la Universidad de Buenos Aires y de Flacso, Mónica Sacchi analiza en su libro Mortalidad Infantil, un nombre, un rostro, una familia, seis casos de muerte de nenas y nenes que no llegaron a cumplir su primer año de vida. Sacchi realiza un estudio microsocial (condiciones de vida y salud materna) a partir de las percepciones y los significados que las madres asignaron a las muertes.

ES POR NOMBRAR ALGUNOS MOTIVOS PARA REVELARNOS ANTE LA REALIDAD QUE VIVIMOS

jueves, 26 de agosto de 2010

Pobreza extrema



Hice este post para q vean en la pobreza extrema en q estan viviendo muchas personas en distintas partes de Africa...

Necesitan de nosotros


Todos nos preguntamos xq sucede esto...y al ver imagenes como las q se presentan en esta pagina... sentimos cierta bronca.... el mundo esta lleno de injusticias... si, muchos viven llenos de lujos.. sin echar una mirada atras... y apoyar a quienes mas lo necesitan... los gobiernos gastan millones de pesos en armas nucleares y armamento en general para tener bien equipados a sus soldados para las guerras... ah y encima de eso se atreven a bendecir a quienes se dirigen a esto.."INCREIBLE"

q triste....


la verdad es q da mucha pena q simples niños tengan q hacer trabajos de gente mayor sin apenas tener una opcion en la vida....

por favor ayuden a esos niños


..por favor ayuden a esos niños aganlo......................todo aquel que mire esto y tiene la posibilidad de colaborar hagalo y no miren el por que, solo Dios sabra recompensarles. Le pido a Dios que permita llegar ayudas a este pais y que se supere la desnutricion en africa y enseñar a nuestros hijos lo milagroso que es tener la comida del dia a dia. Aquellos que no la tienen como son estos niños, la piden a gritos gracias y que Dios bendiga enormemente al que pueda ayudarlos......................................... ................
El señor Dios tenga misericordia y que cada uno de nosotros. Pensemos antes de hacer un mal a otro
estas personas necesitan de tu oracion y de tu humildad............

148 millones de niños menores de cinco años están desnutridos en el mundo


Una mayor inversión de los Gobiernos de estos países en estrategias de salud, tales como la promoción de la lactancia materna, campañas de vacunación del sarampión, la lucha contra la malaria (enfermedad que provoca el 49% de las muertes en África subsahariana, que al mismo tiempo es el lugar donde nacen el 22% de los niños del mundo) o la lucha contra el sida, son las principales causas esta reducción, según ha afirmado la Directora Estratégica de Sensibilización e Imagen de Unicef en España, Amalia Navarro, en declaraciones para Público.

Unicef ha puesto de manifiesto que en 1990 morían 93 niños por cada 1.000 nacidos vivos y que en 2007 el promedio fue de 68 muertes por cada 1.000. Mientras, en los países industrializados se producen, como promedio, sólo seis muertes por cada 1.000 nacidos vivos.

La desnutrición es, según Unicef, un factor que contribuye en más de una tercera parte de los 9,2 millones de muertes de menores de cinco años del mundo. Pese a que desde 1990 se han logrado avances con respecto a la reducción del porcentaje de niños y niñas menores de cinco años con peso inferior al normal, se calcula que en los países en vías de desarrollo aún hay 148 millones de niños y niñas desnutridos.

La desnutrición es una de las principales causas de mortalidad y Unicef está muy preocupada por esta crisis alimentaria, que ha provocado que en países como Somalia se produzca una aumento del 200% en los precios de los alimentos. Si a esto le sumammos la actual situación de sequia y la subida de los precios de los carburantes, la situación se puede catalogar de emergencia, afirmó Navarro.

Importancia de la alimentación infantil

Importancia de la alimentación infantilLa niñez es la etapa de la vida donde más cambios se producen, estos cambios tienen que ver con el crecimiento tanto físico como intelectual de los niños, en ello radica la importancia de la alimentación infantil. Dentro del vientre materno el niño depende de la alimentación de la madre para su normal desarrollo; una vez que nace hasta fines de su adolescencia necesita incorporar alimentos esenciales, que aseguren su crecimiento tanto físico como intelectual. Nutrición sana para niños Para que una nutrición para niños sea sana debe incluir los siguientes nutrientes: * Proteínas de alto valor biológico: Estas contienen aminoácidos esenciales para la formación de células, tejidos, sistema nervioso (neuronas), huesos. Estas proteínas se encuentran principalmente en las carnes y clara de huevo. * Hidratos de carbono: Son muy importantes como fuente de energía. Estos hidratos de carbono se pueden encontrar en verduras, frutas, legumbres y cereales integrales, que además aportan vitaminas y minerales, necesarios para distintas reacciones químicas que intervienen en el desarrollo integral del niño. * Grasas: Son esenciales para la formación de membranas y el establecimiento de las adecuadas conexiones neuronales. Dentro del grupo de las grasas encontramos como fundamentales ácidos grasos poliinsaturados (omega 3, omega 6, omega 9, etc.), ácidos grasos monoinsaturados (acido oleico, linoleico, linolénico, etc.). * Hierro: Este mineral es de suma importancia dentro de la alimentación infantil, sobre todo desde el nacimiento hasta los 3 años de edad, ya que es el período de mayor crecimiento tanto intelectual como físico. En esta etapa es donde el niño tiene mayor demanda de nutrientes, entre ellos el hierro. Se puede encontrar en el grupo de las carnes y vegetales de hojas verdes (acelga, espinaca, brócoli, legumbres, etc.) * Calcio: Este es otro de los minerales fundamentales para la formación ósea. Su aporte se consigue a partir del grupo de los lácteos. * Zinc: El zinc actúa como catalizador en el desarrollo del sistema inmunológico y en los procesos de desarrollo óseo y muscular de los niños. Se puede encontrar en carnes, sobre todo pescado, leche, vegetales verdes, etc. * Vitaminas del Complejo B: Se encuentran en los cereales integrales (avena, cebada, germen de trigo, salvado de trigo, maíz, legumbres, etc.) Como podrás observar la importancia de la alimentación infantil radica en que es fundamental para lograr el mayor potencial físico, mental e intelectual de los niños. Por ello es muy importante que controles el peso y talla de tu niño, ya que estos dos parámetros son esenciales para establecer como está creciendo. Estas dos simples mediciones pueden indicar si la alimentación está siendo la adecuada.